La deuda corporativa sigue siendo una buena opción pese a los posibles nuevos estímulos

La incertidumbre sigue condicionando a los mercados mundiales. Pese al alivio que supuso el mes pasado tras el crash sufrido en marzo, el miedo a los efectos de la pandemia en la economía global no se ha evaporado. Cada vez son más los que especulan con que los bancos centrales ampliarán sus estímulos próximamente para suavizar la recesión. Un contexto en el que la volatilidad hará acto de presencia y será «propicio para los expertos en selección de bonos corporativos«, asegura la gestora Jupiter AM, entre cuyas apuestas destacan las compañías de bebidas alcohólicas y de comida rápida.

El brote vírico ha provocado una paralización histórica de la actividad económica mundial y, por tanto, una crisis sin precedentes. El producto interior bruto (PIB) de la Eurozona se redujo un 3,8% en el primer trimestre. Asimismo, la economía de Estados Unidos, la mayor del mundo, sufrió su primera contracción (-4,8%) en seis años.

Ante la profunda recesión, tanto los gobiernos como los bancos centrales han activado enormes estímulos fiscales y monetarios. Pero la gestora de fondos Jupiter AM, en la misma línea que otros expertos, ven «complicado» que todas estas medidas hayan tenido «un gran impacto» frente al estancamiento casi completo de la economía. Por ello augura que los esfuerzos de la banca central se incrementarán y, afirma, la deuda corporativa seguirá siendo una buena opción de inversión.

En un informe de este mes, Ariel Bezalel, responsable de estrategia de la firma, y Harry Richards, gestor de fondos, apuestan por «una postura defensiva» para afrontar esta «excepcional» crisis. En su opinión, la volatilidad continuará en los mercados, por lo que se producirán «infinidad de desajustes en los precios de la deuda corporativa», lo que ven como una oportunidad.

De hecho, Jupiter AM presume en el documento de haber encarado los recientes vaivenes apostando por la deuda de «negocios defensivos capaces de sobrevivir al ciclo». «Es decir, aquellos respaldados por activos tangibles e ingresos y beneficios sólidos para atender los pagos de su deuda», explican Bezalel y Richards.

De entre sus apuestas, ambos expertos resaltan los sectores de las bebidas alcohólicas y el de la comida rápida. Destacan así a compañías como AB InBev, Pernod Ricard, Keurig Dr Pepper y McDonald’s. También señalan «otras incorporaciones» a su cartera como la empresa de semiconductores Broadcom, la británica de envases Mondi, la ‘teleco’ Vodafone, el gestor de hospitales HCA y empresas tecnológicas como Oracle.

Pero la gestora no habla de la deuda corporativa como una oportunidad pasada, sino también futura. En este sentido, Richards y Bezalel aseguran que en el mercado seguirá siendo vital el crecimiento y la liquidez, «dos elementos que probablemente escaseen en un futuro inmediato».

«El tira y afloja entre los estímulos contundentes y el deterioro de los fundamentales probablemente continúe durante algún tiempo», anticipan. Ello supondrá, dicen, «un contexto de mercado propicio para los expertos en selección de bonos corporativos» que podrán «capturar el potencial alcista en las empresas bien posicionadas para capear las turbulencias económicas».

Fuente: elEconomista.- 21/05/20.