TÉCNICAS DE VALORACIÓN DE EMPRESAS.

Métodos de valoración de empresas.

La valoración de una empresa es un ejercicio delicado y también crucial en el mundo de la inversión. Calcular el valor de un negocio no es fácil, de la misma manera que tampoco es sencillo determinar el valor económico de cualquier bien tangible o servicio.
Si nos dejamos llevar por nuestro conocimiento intuitivo y encuadrando cualquier actividad económica dentro de una economía de mercado, podríamos concluir que cualquier bien material o cualquier servicio tiene el valor exacto que un hipotético comprador esté dispuesto a pagar por él.

¿Para qué sirve la valoración de una empresa?

Es cierto que toda cuantificación de un valor económico siempre conlleva algún componente subjetivo. Todo dependerá de cuál sea la situación del bien que estamos valorando y nuestras intenciones con ese bien.
En el caso de una empresa, no es lo mismo valorarla teniendo en mente unas intenciones u otras. Podemos valorar una empresa propia porque queremos deshacernos de ella y ponerla a la venta. Pero también para buscar financiación utilizando su valor como aval, o porque queremos sacar al mercado participaciones de nuestra empresa.
En una situación opuesta, podemos querer valorar una empresa ajena para adquirirla, para obtener parte de sus acciones, para invertir en ella, etc. En este sentido, la  intención como inversor es fundamental a la hora de determinar el procedimiento que debemos utilizar para valorar una empresa,  y se hace imprescindible contar con el apoyo de expertos en esta materia como los que dispone ATICA BUSINESS BROKERS para alcanzar el objetivo con éxito.

La diferencia entre los conceptos de valor y precio.

Aunque pueda parecer extraño, el precio no tiene por qué reflejar el valor de una empresa. Y de hecho, es muy común que valor y precio no coincidan, ya que el valor es un concepto que alberga un mayor componente de subjetividad.
Puede darse la posibilidad que la valoración de una compañía en el momento de su compra por parte de otra fuese menor que el importe finalmente fijados para la venta.  Podemos intuir, en algunos casos, que la compra fue un movimiento estratégico de gran importancia para la empresa compradora: por ejemplo; eliminaba competencia, se hacía más fuerte en Internet, adquiría mayor peso en el sector de las telecomunicaciones, etc.

Técnicas para valorar una empresa:

1. Método de múltiplos. Esta técnica es apropiada para compañías que tienen una vida de, al menos, 10 años y con un histórico de sus resultados. ¿La razón? La valoración a través del método de múltiplos se realiza en base al «ebitda» (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), para lo que es recomendable tener los resultados de varios años. Se toman los resultados del año anterior, del presente y el que se espera obtener el próximo, y se multiplica por un número que suele estar entre 3 y 7. Esta técnica se aplica para las compañías que tienen un histórico consolidado y su crecimiento es regular. Si lleva diez años facturando una cuantía, no tiene lógica pensar que, de repente, va a vender el triple o la mitad, salvo circunstancias excepcionales.

2. Descuento del flujo de caja. Para las empresas jóvenes que no tienen un histórico, es la metodología más adecuada: consiste en proyectar los resultados de los próximos cinco años, dándoles un valor presente. Las empresas de software, por ejemplo, tienen crecimientos exponenciales, y para estos casos es mejor valorar a través del método de flujo de caja.

3. Método patrimonial. La mayoría de las valoraciones de empresas se realiza utilizando los métodos anteriores, incluso algunos expertos indican que el 95% de las valoraciones se hace con estas dos técnicas. Pero no son las únicas. Aunque menos, también se recurre al Valor de Activos Ajustados (o método patrimonial), es decir, una valoración de todos los bienes tangibles de la empresa. Es una fotografía de un momento dado, pero no toma en cuenta los intangibles. El problema es que solo indica la situación de un momento concreto ignorando que la empresa es algo dinámico.

4. El método por comparación. (Reglas de la experiencia). Es útil para saber cómo se está moviendo el mercado: para valorar la empresa se toma como referencia las operaciones cerradas de empresas similares en el sector.

¿Qué método utilizar para valorar una empresa?

Como hemos visto, no existe un método mejor o peor que otro. Todo dependerá de la finalidad que tengamos en mente a la hora de valorar la empresa. Lo que sí debemos saber es cómo los diferentes métodos nos dan un tipo de información u otra sobre la empresa, para que esta información nos ayude a decidir en nuestras inversiones.  En ATICA BUSINESS BROKERS dominamos las técnicas más adecuadas de valoración dependiendo, de como hemos explicado, de cada caso concreto.

«La imprudencia suele preceder a la calamidad.» – Apiano.

ATICA BUSINESS BROKERS, especialistas en derecho de los negocios, compraventa de empresas e inversión empresarial.